Diseño experto: Empezar con un ingeniero jefe altamente cualificado y con credenciales profesionales de alto nivel infunde confianza en la fase inicial de diseño. Esto es crucial para evitar problemas antes incluso de que lleguen a la fabricación.
Fabricación automatizada: El uso de una línea de producción de parches automatizada de primera clase minimiza los errores humanos en el proceso de montaje. Esto contribuye a la coherencia y la precisión.
Inspección AOI en múltiples etapas: El uso de la inspección óptica automatizada (AOI) tras el parcheado y la soldadura por ola es excelente. Permite la detección temprana de una amplia gama de defectos, evitando que se propaguen más adelante en la línea. La detección precoz de problemas como desviaciones, cortocircuitos y soldadura insuficiente es clave para mantener un alto rendimiento.
Pruebas funcionales: Probar cada placa de circuito en un banco de pruebas es esencial para verificar que el diseño se ha implementado correctamente y que todos los componentes funcionan como se espera.
Proceso de envejecimiento (Burn-in): El envejecimiento a largo plazo (burn-in) de las placas de circuitos es un paso fundamental. Este proceso ayuda a identificar posibles fallos prematuros en los componentes, eliminando las piezas débiles antes de que se integren en el producto final. Esto mejora significativamente la fiabilidad del producto.
Protección contra la humedad y la corrosión: El proceso de deshumidificación, revestimiento y termoendurecimiento de las placas base envejecidas añade una capa adicional de protección contra los factores ambientales. Esto es especialmente importante para los productos que se van a utilizar en condiciones duras o húmedas.
Montaje final y pruebas: Probar la máquina ensamblada completa y someterla después a un nuevo envejecimiento en potencia proporciona una comprobación final para garantizar que todo funciona correctamente y que el producto final cumple los estándares de calidad.
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